¿Cuánto consume una cámara frigorífica?

Para saber el consumo de una cámara frigorífica necesitamos saber la potencia eléctrica que necesita. Sabiendo la potencia eléctrica que necesita y el precio del kWh, podremos obtener el consumo de nuestra cámara.

¿Cómo saber cuánto consume una cámara frigorífica?

En el consumo de cualquier aparato eléctrico, es fundamental tal y como se ha comentado anteriormente, conocer la potencia necesaria que requiere dicho electrodoméstico. En el caso de un frigorífico, lo normal es que consuma 1327 W de potencia eléctrica. Si está funcionado unas 16 horas aproximadas, y el coste medio de 1 kWh es 0.25 €. Se puede obtener un consumo por hora de 0.33 €, o lo que es lo mismo, un consumo diario de 5.31 €.

Para entender mejor este concepto, hay que aclarar lo siguiente:

• Consumo por hora: potencia eléctrica x precio del kWh
• Consumo x día: consumo/hora x horas al día en las que está funcionando el equipo frigorífico

Pero, ¿cómo obtenemos la potencia eléctrica que consume una cámara?. La potencia eléctrica, es la potencia que consume un equipo frigorífico para poder extraer el calor interno de la cámara frigorífica y así disminuir la temperatura a la deseada.

Esa capacidad de extracción del calor (energía calorífica) del interior de la cámara es la denominada potencia frigorífica o frigorías.

Ese calor que entra o se genera dentro de la cámara frigorífica es consecuencia de distintos factores que intervienen. Dicho de otra manera, el calor total a extraer es la suma de todos los flujos de calores que intervienen en la cámara:

QT= Q1+Q2+Q3+Q4+Q5+Q6+Q7

Por tanto, a mayor necesidad de potencia frigorífica el equipo consumirá más potencia eléctrica.

Consejos para reducir el consumo energético de una cámara frigorífica

Para llevar un mejor control sobre el consumo energético de una cámara frigorífica industrial, recomendamos seguir los siguientes pasos:

1. Limpieza de la unidad condensadora: el alojamiento de polvo y suciedad en el condensador puede dificultar el enfriamiento del refrigerante en la unidad condensadora disminuyendo la potencia frigorífica y provocando que las horas de funcionamiento aumente.
2. Bajar la temperatura del compresor: es fundamental para mejorar el rendimiento. El equipo debe colocarse en un lugar con buena temperatura y ventilación. Una buena opción, si es posible, es la instalación de equipos con ventilación centrifuga que permitan expulsar el aire al exterior.
3. Controlar la apertura de puerta: al entrar o salir de un recinto frigorífico el aire exterior con una temperatura superior a la del interior del recinto entra en este teniendo que enfriarlo y por tanto utilizar más potencia frigorífica, una puerta en perfecto estado sin perdidas en las juntas y una correcta utilización de la puerta evitando que esta quede abierta evitara que la entrada de aire del exterior se reduzca al mínimo.
4. Cortina de Lamas: a parte de evitar que el aire del exterior entre en el recinto, hay que evitar que el aire del interior salga. Para ello, la incorporación de cortinas de lamas es un accesorio útil, económico y fácil de montar.
5. Mantener baja la temperatura exterior: cuanto menor sea la diferencia de temperatura entre el interior y exterior, menor será la energía calorífica que necesitaremos para reducir la temperatura del interior del recinto. Por tanto, tendremos que mantener una temperatura óptima del local mediante una buena ventilación y evitando focos de calor.
6. Realizar un mantenimiento de la instalación frigorífica: la vigilancia periódica del recinto y del equipo frigorífico evitará fallos y perdidas innecesarias de potencia y aumentará la fiabilidad, seguridad y eficiencia de la instalación.

Coreco ha diseñado un configurador de cámaras donde deja a su disposición la elección del equipo que mejor se adapte para las necesidades de su cámara realizando cálculos para poder ofrecer el equipo frigorífico y por tanto el evaporador con una potencia frigorífica ideal a sus necesidades.